BESOS EN LA ALMOHADA

Despierto, te busco.
Me hundo en la almohada
como asfixiándome
para intentar recuperar tu aroma.
Busco en los pliegues de mi cama
algo que me recuerde a ti.
Algo de calor,
un olor,
o un pliegue reforzado por tu peso
Acaricio con la punta de mis dedos
lentamente
cada rincón,
cada esquina,
cada tacto diferente…
si es que lo hubiera.
Pero no encuentro nada…
nada…
nada tengo de ti.
Parece mentira,
no te he tenido
pero recuerdo claramente
tu olor,
tu aliento en mi cuello,
el peso de tu brazo en mi costado,
el tacto de tu mano en mi cuerpo…
y la estúpida sensación
de que mi camano era
tan enormemente grande
como me parece
ahora.